Cuando pedí de primer plato una ensalada con mozarella en un restaurante italiano que frecuentamos no me esperaba lo que me sirvieron: un plato sencillo en el que efectivamente el rey era este estupendo queso.
Así que no perdí tiempo para realizarlo en casa para que todos disfrutasen de una ensalada fácil, fresca y muy mediterránea.
Ingredientes:
- tomates verdes
- rúcula
- mozarella
- aceitunas negras Kalamata
- aceite de oliva, sal gruesa y pimienta negra
Realización:
Disponer de un lecho de rúcula en el plato de servir, tampoco demasiado para que su fuerte sabor no sea el protagonista.
Cortar los tomates verdes en rodajas finas, disponer sobre el lecho.
En el centro del plato incorporaremos el queso en el que habremos realizado con el cuchillo un corte en forma de cruz.
Aceitunas en cada tomate y salpimentar, añadir al final un buen chorro de aceite de oliva en mi caso de 1º dándole protagonismo al queso.
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